Contáctenos al
Los restos de la mascota son sometidos a un fuego directo durante 45 minutos a 2 horas, dependiendo del peso y tamaño de la misma. Este proceso se hace en un horno de cremación a una temperatura promedio de 800 °C. En este proceso, la materia orgánica se consume casi por completo (el pelo, la carne, la grasa, los cartílagos e inclusive los huesos mas pequeños y mas débiles se subliman), solo quedando los fragmentos óseos más densos (como fémur, cráneo o vértebras), los cuales se pulverizan en un triturador para obtener las cenizas que finalmente se entregan en una urna.
El color de las cenizas de una cremación puede variar y no es necesariamente blanco. Generalmente las cenizas son de un color gris claro a oscuro, con una textura que puede llegar a ser similar a la arena. El color final depende de varios factores, como la composición mineral del cuerpo, la temperatura y la duración del proceso de cremación.
En la cremación, las cenizas representan del 1.5% al 3% del peso original de la mascota, considerando que la mascota está en su peso optimo. Una mascota con sobre peso no genera más cenizas, ya que las cenizas se obtienen solo de los huesos que quedan al final del proceso. La cantidad exacta puede variar según la densidad ósea y la salud de la mascota.